Desde el principio de su campaña, Sandra Cuevas ha sido una persona polémica, pues sus declaraciones han dejado ver el clasismo y las verdaderas intenciones de la hoy alcaldesa de uno de los sitios más turísticos e importantes de la Ciudad de México, la Cuauhtémoc.
“No me gustan los pobres” “hay que apostar por una economía de ricos” y otras declaraciones más que polémicas y fuera de lugar, son las que, aparentemente, le dieron el triunfo a la abanderada de la coalición “Va por México”.
Actualmente, el problema más notorio en la alcaldía, o al menos, en el que tanto ella como su gabinete están centrando su atención, tal vez por su importancia –que es la menos importante- o tal vez, para “taparle el ojo al macho”, los rótulos de los icónicos puestos que adornan, alimentan e informan a habitantes y turistas, pero, ¿Este es el mayor problema?
La respuesta es obvia, sin embargo, me daré a la tarea de mencionar algunos tópicos, que, desde mi nunca humilde opinión, parecieran ser más importantes.
1. Trata de personas/trabajo sexual: Si bien esta actividad se ha convertido en una pandemia por sí misma, antes de las 11 de la noche, todos los días, incluidos fines de semana, se pueden observar a estas trabajadoras en diferentes partes de las aceras, las cuales, por cierto, no están siquiera iluminadas decentemente, exponiéndose, tanto a ellas como a los transeúntes en general, a diversos peligros.
Por motivos personales, he tenido que manejar hacia dicha alcaldía por las noches, y en todos mis recorridos, veo a estas mujeres, incluso, muchas de ellas, paradas frente a los impecables nuevos rótulos de los puestos callejeros patrocinados por la alcaldía. Y, si se me pregunta, no podría existir imagen más tristemente patética.
2. Pavimentación y bacheo: Otro de los grandes males de la alcaldía. Si Sandra Cuevas me permitiera darle un consejo, le propondría repavimentar todas las calles y avenidas aledañas a las grandes rotondas de la ciudad, como la Glorieta de la Palma o el Ángel de la Independencia, pues, aunado a la mala iluminación, estos baches y coladeras destapadas y profundas, pudieran dañar alguno de los costosos autos de la “gente bien” que habita y visita su alcaldía.
3. Narcotráfico: Este no es un secreto para nadie, pues gracias a la activa vida nocturna que se ha vuelto representativa de la zona, no es difícil imaginar el cómo este tipo de delitos han proliferado sin, siquiera, intentar ser detenidos por las autoridades. Más allá de los peligros a la salud que esto causa a la población, la alcaldesa de la “gente bien” debería poder reconocer los peligros que esto representa para sus iguales.
4. Irregularidades en centros nocturnos: Como dije en el punto anterior, la vida nocturna es una de las razones por las que esta alcaldía es de las más visitadas de la ciudad, sin embargo, no es sorpresa para nadie hablar de antros sin permisos de operación, muchos de ellos sin autorización para la venta de bebidas alcohólicas que funcionan como si nada, o, en el peor de los casos, centros nocturnos que permiten la entrada y venta de alcohol y otras sustancias a menores de edad. Y si bien, no es algo nuevo y no lo comento con afán de “santiguarme”, creo que esto cero es de “gente bien”.
Como éstos, hay muchas otras problemáticas más importantes en la Cuauhtémoc que deberían atenderse con prioridad, sin embargo, entiendo perfectamente que “como te ven te tratan” ¿no?, por eso, para Sandra Cuevas es imperativo que una de las alcaldías más famosas de la ciudad tenga una fachada “limpia y digna” de todos los extranjeros que la visitan y para sus habitantes, pues una alcaldía de pura “gente bien”, debe tener puestos callejeros “bien”.
Pareciera que para Cuevas lo más importante es la fachada, y definitivamente, estos intentos desesperados de cubrir lo que está mal con temas irrelevantes haciendo que los que terminen pagando sean, como siempre, los menos culpables, también es responsabilidad de los habitantes de la alcaldía, no solo por haber votado por ella, sino por defenderla utilizando el clasismo que representa a la “gente bien”.
Si lo vemos en retrospectiva, ella nunca fue deshonesta, dijo que no le gusta la gente pobre, y sin duda, va a intentar cubrirlos para mantener la fachada de una alcaldía que lleva años fingiendo ser un buen lugar para vivir.