Columna, Opinión

En las narices de Lopez Obrador pretenden privatizar al IPN

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Por Rafael Roig Lozano

No tan por debajo del agua pretenden meterle tremendo golazo a Lopez Obrador cuya plataforma electoral y presidencial ha versado sobre la ruptura con el regimen neoliberal y su afan privatizador.

En ese sentido mientras el trata de generar industria gubernamental (desde al aeropuerto, hasta la nueva refinería) y demost

rar que, sin corrupción, una industria paraestatal puede ser un motor de la economía nacional, los esbirros de administraciones pasadas enquistados en posiciones de poder tratan de reventar sus planes, desde adentro.

En el caso de la refinería y el aeropuerto se encuentra el ultracorrupto poder judicial. Desde donde se atrincheran grotescaente los peores remanentes de la putrefacción nacional que escuecen las heridas de antaño y no las dejan sanar. Ahora bloquean mediante amparos judiciales los avances en los proyectos estratégicos de la nación.

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Sin embargo, y mientras desde el extranjero nos sueltan la cuchillada trapera de los aranceles por «no detener la migración» desde la subsecretaría de educación, han promovido un Congreso Nacional Politécnico (CNP) que en contubernio con el peñista director del Instituto Politécnico Nacional, se ha corrompido de raíz, con tres objetivos claros: Cobrar por la educación gratuita, robar a mansalva y destruir los derechos laborales de los profesores.

El anacrónico congreso se presenta como la panacea de renovación para el politécnico ante la coyuntura de la 4T, pero en realidad busca destruir la insitución que creara Lázaro Cardenas y volverla una mas de las corruptas universidades autónomas del país, retirando la supervisión que ejerce la SEP.

Esto con los fines antes mencionados -de hacer mandatorio el pago de cuotas- harán imposible que los estudiantes de menores ingresos puedan estudiar; de lograr quitarse la vigilancia del gobierno federal y así volver el presupuesto del IPN el oasis para las canongías de los directivos y deshacerse del «lastre» que representan los profesores que con tesón y muchos años de trabajo han logrado tener antigüedad y beneficios laborales.

Por último, pero no menos importante, la gran jugada consiste en: Primero, brindar la autonomía al IPN mediante un CNP absolutamente antidemocrático y amañado. Segundo, que el director peñista actual llame a elecciones de su sucesor -con las mismas corruptelas y asegurando que quede el nuevo IPN autónomo en manos de un neoliberal-. Tercero, desarrollando un mecanismo interno electoral que impida llegar a un candidato de la 4T a la rectoría.

De esta manera le habrán quitado al pueblo una de las insitituciones que, tradicionalmente, se ha dedicado a brindar la oportunidad a las clases populares de acceder a trabajos tecnológicos de buen nivel, terminande el ciclo de la pobreza para millones de familias.

También habrán logrado enqusitar a la nefaria calaña política en un espacio sagrado e intocable desde donde podrán lamer sus heridas y continuar mermando el nuevo régimen desde sus propias entrañas.

Pablo Gómez diputado de MORENA ya sea por ingenuo o por traidor ya se ha prestado al juego e impulsa desde la camara de diputados la autonomía politécnica, Concheiro desde la SEP hace lo propio.

¿Se dará cuenta a tiempo López Obrador?

Por el momento la defensa del IPN recae en un grupo de profesores y alumnos de diversas escuelas, unidades y centros que se organizan para denunciar las irregularidades en el Congreso, el diputado Fernandez Noroña, los ha escuchado y también se pronuncia en contra de la autonomía.

A un par de meses del CNP la moneda está en el aire.

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